lunes, 21 de septiembre de 2015

Premios Nobel de Literatura.



Poemas de Humberto Fierro.

SIRINGA

Turbó tu risa de cristal sonoro
Al mirlo que habló perlas al jardín,
Y el Céfiro sahumaba de jazmín
Alborotando tu cabello moro.
Bajo la nervazón del sicomoro
El Grifo festoneado de Verdín,
Prorrumpió en un alegro de violín
Al inundar tu ánfora de oro . . .
Pan chispeaba sus ojos, en acecho
Del nacarado ritmo de tu pecho ...
Y al ocultarse de él como de un tigre
En el margen del río, a poco trecho,
Te trocaste en la caña de que ha hecho
Su flauta azul a que la tarde emigre!

TIERRA ALTA
Tarde.
El paisaje de selvas y peñones
cruza un vuelo de cóndores nevados,
que hacia los horizontes incendiados
se funde en tenebrosos nubarrones.
Y el cerro colosal que en los pedrones
afianza sus témpanos rajados,
vierte un río de gritos desolados
en el vórtice de hondas atracciones.
De repente, un picacho desprendido
baja a los arenales, rumoroso
como un tropel inmenso de corceles.
Muere el día. Un venado sorprendido
abandona el barranco pedregoso ...
y el agudo ladrar de los lebreles.
Crepúsculo.
Han callado los mirlos. La infinita
melancolía de la tarde quieta
se entra en el alma, como en la ancha grieta
el agua que la peña precipita.
Hace frío, y en torno a la casita
casi nublada de la loma escueta,
cada alondra parece una saeta,
y el rosado del cielo se marchita.
El viento arrecia. Los caballos hinchan
sus narices y soplan y relinchan
hacia el bajío de la tierra maga...
... Y la luz tiene algo de piadosa:
parece una mirada cariñosa,
una mirada que al morirse embriaga. . .

FUENTE: http://ecuadorliteratura.homestead.com/files/poesia/humbertofierro.htm

Poemas de Medardo Ángel Silva.

Aniversario

Hoy cumpliré veinte años. Amargura sin nombre
de dejar de ser niño y empezar a ser hombre;
de razonar con lógica y proceder según
los Sanchos, profesores del sentido común.

Me son duros mis años y apenas si son veinte-
ahora se envejece tan prematuramente;
se vive tan de prisa, pronto se va tan lejos
que repentinamente nos encontramos viejos
en frente de las sombras, de espaldas a la aurora
y solos con la esfinge siempre interrogadora.

¡Oh madrugadas rosas, olientes a campiña
y a flor virgen; entonces estaba el alma niña
y el canto de la boca fluía de repente
y el reír sin motivo era cosa corriente!

Iba a la escuela por el más largo camino
tras dejar soñoliento la sábana de lino
y la cama bien tibia, cuyo recuerdo halaga
sólo al pensarlo ahora; aquel San Luis Gonzaga
de pupilas azules y rubia cabellera
que velaba los sueños desde la cabecera.

Aunque íbamos despacio, al fin la callejuela
acababa y estábamos enfrente de la escuela
con el "Mantilla" bien oculto bajo el brazo
y haciendo en el umbral mucho más lento el paso,
y entonces era el ver la calle más bonita,
más de oro el sol, más fresca la alegre mañanita.

Y después, en el aula con qué mirada inquieta
se observaban las huellas rojas de la palmeta
sonriendo, no sin cierto medroso escalofrío,
de la calva del dómine y su ceño sombrío.

Pero, ¿quién atendía a las explicaciones?
Hay tanto que observar en los negros rincones
y, además, es mejor contemplar los gorriones
en los nidos, seguir el áureo derrotero
de un rayito de sol o el girar bullanguero
de un insecto vestido de seda rubia o una
mosca de vellos de oro y alas de color de luna.

El sol es el amigo más bueno de la infancia;
nos miente tantas cosas bellas a la distancia,
tiene un brillar tan lindo de onza nueva! Reparte
tan bien su oro que nadie se queda sin su parte;
y por él no atendíamos a las explicaciones.

Ese brujo Aladino evocaba visiones
de las mil y una noches -de las mil maravillas-
y beodas de sueño nuestras almas sencillas
sin pensar, extendían sus manos suplicantes
como quien busca a tientas puñados de brillantes.

Oh, los líricos tiempos de la gorra y la blusa
y de la cabellera rebelde que rehúsa
la armonía de aquellos peinados maternales,
cuando íbamos vestidos de ropa nueva a Misa
dominical, y pese a los serios rituales,
al ver al monaguillo soltábamos la risa.

Oh, los juegos con novias de traje a las rodillas,
los besos inocentes que se dan a hurtadillas
a la bebé amorosa de diez o doce años,
y los sedeños roces de los rizos castaños
y las rimas primeras y las cartas primeras
que motivan insomnios y producen ojeras.

¡Adolescencia mía! te llevas tantas cosas,
¡que dudo si ha de darme la juventud más rosas!,
¡y siento como nunca la tristeza sin nombre,
de dejar de ser niño y empezar a ser hombre!

Hoy no es la adolescente mirada y risa franca
sino el cansado gesto de precoz amargura,
y está el alma, que fuera una paloma blanca,
triste de tantos sueños y de tanta lectura...!

El alma en los labios

A mi amada
Cuando de nuestro amor la llama apasionada
dentro tu pecho amante contemple ya extinguida,
ya que solo por ti la vida me es amada,
el día en que me faltes, me arrancaré la vida.

Porque mi pensamiento, lleno de este cariño,
que en una hora feliz me hiciera esclavo tuyo.
Lejos de tus pupilas es triste como un niño
que se duerme, soñando en tu acento de arrullo.

Para envolverte en besos quisiera ser el viento
y quisiera ser todo lo que tu mano toca;
ser tu sonrisa, ser hasta tu mismo aliento
para poder estar más cerca de tu boca.

Vivo de tu palabra y eternamente espero
llamarte mía como quien espera un tesoro.
lejos de ti comprendo lo mucho que te quiero
y, besando tus cartas, ingenuamente lloro.

Perdona que no tenga palabras con que pueda
decirte la inefable pasión que me devora;
para expresar mi amor solamente me queda
rasgarme el pecho, Amada, y en tus manos de seda
¡dejar mi palpitante corazón que te adora!

FUENTE: http://www.ciudadseva.com/textos/poesia/ha/silva_medardo/el_alma_en_los_labios.htm
 

Poemas de Arturo Borja Pérez.

POEMA ROSA LIRICA
Dedicado a.

Prenda sobre tu seno esta rosada rosa,
ebria de brisa y ebria de caricia de sol;
para que su alma entera se deshoje amorosa
sobre la roja y virgen flor de tu corazón.

Tu hermana Primavera cante un aria gloriosa
ensalzando tus quince años en flor;
y las Hadas, en coro, celebren la armoniosa
gracia de tu mirada de luz y de fulgor.

Que el Ideal te guíe por todos tus caminos,
él, a su vez, guiado por tus ojos divinos
y que anide por siempre en tu alma el amor.

Para que sea tu vida bella como la rosa
rosada y perfumada que se muere amorosa
sobre la roja y virgen flor de tu corazón.

Mi juventud se torna grave…

Mi juventud se torna grave y serena como
un vespertino trozo de paisaje en el agua:
la ebullición sonora de aquel primer asomo
primaveral, deshízose lentamente en mi fragua…
Tu risa de oro, de cristal, de plata,
rememora un scherzo ya lejano…
En su risa hay un eco de sonata,
de pizzicato de violín tzigano.
FUENTE: http://suenosdepapel.tumblr.com/post/43111906582/arturo-borja-poeta-ecuatoriano

Decapitados

ERNESTO NOBOA Y CAAMAÑO.

EMOCION VESPERALA MANUEL ARTETA, COMO A UN HERMANO
Hay tardes en las que uno desearía
embarcarse y partir sin rumbo cierto,
y, silenciosamente, de algún puerto,
irse alejando mientras muere el día;
Emprender una larga travesía
y perderse después en un desierto
y misterioso mar, no descubierto
por ningún navegante todavía.
Aunque uno sepa que hasta los remotos
confines de los piélagos ignotos
le seguirá el cortejo de sus penas,
Y que, al desvanecerse el espejismo,
desde las glaucas ondas del abismo
le tentarán las últimas sirenas.

EGO SUM
Amo todo lo extraño, amo todo lo exótico;
lo equívoco y morboso, lo falso y lo anormal:
tan sólo calmar pueden mis nervios de neurótico
la ampolla de morfina y el frasco de cloral.
Amo las cosas mustias, aquel tinte clorótico
de hampones y rameras, pasto del hospital.
En mi cerebro enfermo, sensitivo y caótico,
como araña poeana, teje su red el mal.
No importa que los otros me huyan. El aislamiento
es propicio a que nazca la flor del sentimiento:
el nardo del ensueño brota en la soledad.
No importa que me nieguen los aplausos humanos
si me embriaga la música de los astros lejanos
y el batir de mis alas sobre la realidad.
FUENTE: http://ecuadorliteratura.homestead.com/files/poesia/ernestonoboa.htm

Poemas de Carlos Eduardo Jaramillo.

LOS VERGONZANTES
Hay un pequeño museo de monstruos
que cada quien oculta al fondo
de su corazón o su deseo,
culpables de no olvidar
como si no tuviéramos suficiente
con el agua sucia que hay que beber todos los días
para aplacar la sed de vivir
monstruos que alguna vez se atreven
a dar tímidos saltos aberrantes
como diciendo: "acostumbraos a nosotros.
Somos vuestra íntima parentela".
Hay un pequeño museo vivo y vergonzante
que se tiene alguna vez que revisar
para apaciguar el brillo
de nuestra imagen sobre los espejos.
Para que nos alcance
la gracia de la humildad de los manchados
negada al ángel
cuyo terrible castigo
es no poder amar.

PROCLAMA SOBRE LOS ANGELES
Quisiera no tener el corazón tan a la vista,
aspirar el aroma de la flor a través de una larga
trompa de elefante.
Quisiera que Dios se multiplicara por partenogénesis
y hubiera un redentor para la piedra,
otro para las bestias,
otro para los árboles.
Y puesto que el agua y el fuego son purificadores
la satisfacción de la sed nos lleve a la pureza,
la enfermedad al bien,
la desesperación a la sabiduría.
Quisiera que todos dejen de gritar,
que cada cual tome lo que necesite
y nada más de lo que necesite.
Pero entonces los números serían inútiles
e inútiles las previsiones del porvenir.
Pero entonces habríamos
dejado de ser hombres.
Y el castigo del ángel habría terminado.


FUENTE: http://ecuadorliteratura.homestead.com/files/poesia/cejaramillo.htm?%3Ecarlos%20eduardo%20jaramillo%3C/a%3E%20(ecuador),%20%3Ca%20href=/